"El reino de Dios no es algo que descenderá sobre la tierra cuando el hombre sea suficientemente bueno. Es algo que ya está actuando eficientemente y demanda reconocimiento."
Ki, la energía, inicia la manifestación: siete rayos cósmicos vitalizan la materia.
Así el ser humano tiene una matriz celeste: Energía Divina y Única, con siete colores que otorgan cualidades supremas y una raíz terrestre: los elementos.
Fuente: Cuadernos de Digitopuntura de Aurora de Kantor.
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